Yo me confieso bruja, Anna Madrid i Isabel Márquez
Hubo un tiempo en que las mujeres que no seguían los estereotipos de su época fueron perseguidas, acusadas de brujería y condenadas a una muerte en la hoguera o en la horca. Mujeres que, por sus conocimientos, su sabiduría, su independencia y su carácter, fueron consideras una amenaza por una élite masculina predominante en la Edad Media. Existen muchos mitos sobre ellas, adoradoras del demonio, pactos satánicos, pociones, venenos, conjuros, orgías con el macho cabrío, acudían al sabbat… Pero, ¿quiénes eran realmente las brujas? Veintidós féminas de siglos, origen, nivel socio-económico y profesiones diferentes, pero la mayoría dedicadas al cuidado de las personas, médicas, parteras, matronas, enfermeras, curanderas, herboristas, con un patrón común: pioneras y referentes feministas. Historias de mujeres olvidadas, que, tras un proceso de selección complicado, pues hay miles de historias que contar, por fin verán la luz, en pleno siglo XXI.